El Departamento de Estado canceló los viajes para miles de refugiados que fueron aprobados para venir a los Estados Unidos justo días antes de la fecha límite establecida por el Presidente Trump para suspender el programa de reasentamiento de refugiados. Esta acción siguió a una orden ejecutiva de Trump que pausó indefinidamente el reasentamiento de refugiados, deteniendo efectivamente el proceso que involucra a múltiples agencias y organizaciones sin fines de lucro. Más de 10,000 refugiados de Afganistán, África, América Latina y el Medio Oriente se vieron afectados, dejándolos en el limbo después de seguir un largo y complejo proceso legal para ingresar a los EE. UU. La decisión ha sido descrita como desgarradora por trabajadores de reasentamiento, ya que deja a los refugiados en peligro y perturba los planes de aquellos que esperaban comenzar nuevas vidas en América. La medida se alinea con la política más amplia de Trump de restringir la inmigración, afirmando que las comunidades no están equipadas para manejar más refugiados. Todos los viajes de refugiados programados han sido cancelados y no se están realizando nuevas reservas, con instrucciones para que las agencias de EE. UU. detengan las decisiones sobre nuevos casos de refugiados.
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