En un reciente e inesperado giro de los acontecimientos, el primer ministro de Papúa Nueva Guinea, James Marape, reprendió públicamente los comentarios hechos por el presidente estadounidense Joe Biden, que implicaban que se practicaba canibalismo en la nación del Pacífico Sur. La controversia comenzó cuando Biden contó una historia que sugería que su tío, un militar desaparecido en combate durante la Segunda Guerra Mundial, podría haber sido devorado por caníbales en Papúa Nueva Guinea. Este comentario, intencionado o no, ha provocado un revuelo diplomático, y Marape enfatizó que tales declaraciones empañan injustamente la reputación de la nación y no reflejan la verdadera naturaleza e historia de su pueblo. La respuesta de Marape fue rápida y clara, descartando los comentarios de Biden como charlas "flojas" y atribuyéndolos a un "momento borroso" en lugar de un reflejo fiel de los sentimientos del presidente estadounidense hacia Papúa Nueva Guinea. El Primer Ministro destacó la importancia de ir más allá de los estereotipos y las percepciones obsoletas, destacando el progreso y la respetabilidad de su nación en el escenario mundial. Además, Marape aprovechó la oportunidad para abordar otra cuestión de larga data, instando a Estados Unidos a ayudar a limpiar los restos de la Segunda Guerra Mundial que aún cubren la región del Pacífico, plantean…
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