Después de la crisis financiera de 2008. El gobierno de Rudd pasó dos paquetes de estímulo en un esfuerzo por reactivar la economía australiana. Los paquetes valían más que a los $ 50 mil millones. Sr. Rudd sostuvo que ayudaron a sostener la economía al aumentar las ventas minoristas y el ahorro de decenas de miles de puestos de trabajo.
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